miércoles, 25 de octubre de 2017

Es lo que fue, casi.

(…)
Cuando el grito desgarró el silencio
y el llanto buscaba consuelo 
ante tanta pasividad.
(…)
me consuelan 
apretando mi cabeza contra su pecho
tratando de que olvide
que la muerte me persigue,
(…)
 un día, tras otro,
creció miedo e incertidumbre
devastando mi mundo.
Párpados caían
como cortinas de humo,
y no hubo valentía
para apagar tantos fuegos
para vivir con tantas pesadillas.
Y ya, ya nada me salvó,
ni las notas de la canción,
ni los tonos del atardecer,
ni los besos de amor,
ni el agua cayendo en mi nuca,
ni tu mirada rajando mi ser.
Ya nada pudo crear de nuevo
la ilusión, el baile o la magia,
ya leer no era crecer,
ni verte un regalo,
ni sonreí más con gracia,
ya vivir no valió la pena.

Queda esto en el pasado,
aun reciente,
aun con respeto,
aun con miedo.
Queda en este pasado cercano,
tanto sufrimiento estancado
tantos gritos desgañitados
tantas lágrimas que como cuchillas
resbalaron por mí,
tantos cabezazos
y aire perdido,
tantos zapados rotos
buscando parches
para tapar tanta vergüenza.

Fue el peor ayer de mi vida
fue decir adiós,
fue decir no puedo más, aquí me quedo,
fue abandonar, tirar la toalla, mis sueños y mi vida,
fue rendirse ante el miedo,
fue no saber afrontar,
fue traicionar principios,
fue olvidar idiosincrasia
fue romper lazos
fue perder confianza.
(...)